(Roldadillo, 1928 - Palmira, 2010) Artista colombiano. Hijo
primogénito de Vicente Rayo y María Luisa Reyes, cursó por correspondencia sus
primeros estudios de dibujo en una academia de Buenos Aires. En 1947 se
estableció en Cali; al no hallar empleo como ilustrador en ningún periódico
local, sobrevivió trazando caricaturas y pasó fugazmente por la Escuela de
Bellas Artes.
Al
año siguiente se traslado a Bogotá y trabajó como ilustrador en varias
publicaciones capitalinas. El periódico El Siglo lo contrató para dibujar las
caricaturas de los participantes en la IX Conferencia Panamericana. En Bogotá
frecuentó el café Automático, en el que se relacionó con intelectuales y
literatos como León de Greiff, Luis Vidales y Jorge Zalamea. De
esa época datan obras ya verdaderamente personales, como la serie de retratos
en trozos de madera de bohemios que frecuentaban el café, o las figura humanas
creadas a partir de bejucos alargados. Entre 1948 y 1953 efectuó diversas
exposiciones, ganó certámenes y alcanzó cierto renombre en el mundillo
artístico de la capital.
En
1953 tuvo la oportunidad de ampliar estudios en Madrid mediante una beca, pero
prefirió, en su lugar, iniciar un periplo por Latinoamérica, durante el cual
realizó algunas exposiciones y se relacionó con numerosos artistas locales.
Convivió durante algún tiempo con los indígenas de la Amazonia y estudió el
arte incaico y mesoamericano. El viaje resultaría decisivo en su formación: el
contacto con el arte precolombino suscitó en él el interés por las
posibilidades artísticas de la geometría, que acabarían definiendo su obra.
Regresó
a su país en 1958, y un año después, gracias a una beca, pasó un año en México
D.F., en el taller de grabado La Esmeralda, donde conoció a José Luis Cuevas y Francisco Toledo. En
1960 recibió la beca Guggenheim y se trasladó a Nueva York, ciudad en la que se
establecería definitivamente años más tarde (1976) y donde su obra alcanzaría
pleno reconocimiento internacional.
En
1981 se inauguró en su ciudad natal el Museo Rayo de Dibujo y Grabado
Latinoamericano. Diseñado por el arquitecto mexicano Leopoldo Gout, el recinto
alberga un conjunto de unas dos mil obras del artista, amén de salas de
exposiciones itinerantes, biblioteca y talleres de artes gráficas.
La idea de construir un museo en Roldanillo surgió en 1972 cuando la
ciudadanía y la administración local rindieron homenaje al maestro Omar Rayo;
en ese evento se hizo pública la donación de un terreno, por parte de la
alcaldía municipal para la construcción “de un sitio de interés cultural o
recreativo”, terreno que antes ocupara la Plaza de mercado. Con esta donación y
el ofrecimiento del artista de entregar dos mil de sus cuadros, además de
quinientas obras de diferentes artistas latinoamericanos de su colección
personal, se creó la Fundación Museo Rayo, entidad que gestionaría y recaudaría
los fondos necesarios para la construcción del Museo.
El “Museo Rayo de Dibujo y Grabado Latinoamericano” o más
conocido como “Museo Rayo” se financió con aportes del Gobierno Nacional, del
Departamento del Valle del Cauca y del Municipio de Roldanillo; también se
contó con la participación de la empresa privada y del mismo artista. A finales
de 1980 se terminaron los trabajos arquitectónicos del Museo, y su inauguración
se hizo el 18 de enero de 1981. Por sus salones han pasado las obras de
artistas como Goya, Picasso, Miró, Botero y José Luis Cuevas. El museo cuenta
además con una biblioteca, un taller de artes gráficas, sala de proyecciones y
un teatro al aire libre.
Adicionalmente en sus claustros se celebra el encuentro anual
de poesía, evento fomentado por “Ediciones Embalaje” que publica lo mejor de la
poesía regional y nacional; tanto el evento de poetas como la publicación, han
sido fundados por Águeda Pizarro esposa del pintor y reconocida poeta.
Además del museo y su producción artística Rayo ha
incentivado la cultura y el arte así en 1983 inauguró el proyecto "Arte
Vial" con motivo de la cumbre de países no alineados en Colombia con la
participación de artistas internacionales
Rayo fue el primer artista en nuestro país que se atrevió a
soñar con su propio museo y el escenario que escogió para hacerlo fue
Roldanillo, su pueblo natal. Enseñó a los demas artistas que hay que tener amor
y sentido de perteniencia por la tierra donde nacimos, por esa razón decide
hacer el museo en un lugar muy lejos, a provincia, a un señorial pueblito
valluno, de casitas blancas y encaladas, de un solo piso y por supuesto que
llevaría su nombre.
Rescato del olvido esta otra parte de la historia, la del
lado áspero de la moneda, esas minorías como son los indígenas y los
toma como fuente de inspiración para sus obras.
Ayudaba desde el arte a la
reconstitución del tejido social del pueblo colombiano afectado por una guerra
de más de 45 años. Se comprometió con la paz de Colombia donando algunas
de sus obras para recaudar fondos y poder ofrecer instrucción artística a estas
personas. Con el arte las víctimas y victimarios, tienen la oportunidad de
expresar lo que sienten y mostrar su realidad sin complejos, sin locuras, sin
prostituciones. Esto de alguna forma los ayudara a subsanar sus conflictos
internos y la obra hecha por ellos será de gran valor como representación del
sufrimiento por la guerra que lleva nuestro país.
Se basa
en la mitología de los indígenas, su estilo reúne símbolos
precolombinos. El manejo del volumen es su característica primordial. Las
sensaciones que despierta son múltiples, incluyendo momentos de humor.
LOS
COLORES PARA RAYO
ROJO: FUERZA,
FUEGO, PELEA DEL CUERPO.
BLANCO: ES
TERRIBLE EN SU PUREZA, ES LA REALIDAD DE MENTIRAS.
La exposición se presenta en cinco secciones, cada una dedicada a los diferentes momentos artísticos de Omar Rayo.
Primer grupo: se caracterizan por composiciones geométricas, el uso de pocos colores y la simplicidad de sus formas.
Segundo grupo: grabados en papel, sin color, con impresiones en relieve de objetos cotidianos y diseños geométricos.
Tercer grupo:piezas abstractas, resueltas con colores planos y en composiciones asimétricas.
Cuarto grupo: los lienzos irregulares. se caracterizan por las formas irregulares y tridimensionales que lograba el maestro gracias al ensamblaje de lienzos y la inclusión de objetos en la composición.
Quinto grupo: piezas que se reconocen por las ilusiones ópticas que generan las representaciones de bandas y cintas, que parecen plegadas y entrelazadas.